Estrategias de afrontamiento

La respuesta de estrés tiene un aspecto fisiológico y otro cognitivo, que consiste en la valoración de los eventos como amenazantes, por lo tanto, las intervenciones dirigidas a controlar el estrés incluyen técnicas de relajación, en la que se entrena a las personas a disminuir los niveles de activación, técnicas cognitivas que orientan a valorar racionalmente cuál es el nivel de amenaza real que representa cada situación y técnicas conductuales entrenan a las personas a utilizar estrategias de afrontamiento efectivas ante situaciones amenazantes, de tal manera a que se consiga mayor control sobre las respuestas de activación.

La definición más aceptada de estrategias de afrontamiento (coping en inglés) la considera “como un constante cambio cognitivo y comportamental de los esfuerzos para manejar las exigencias internas o externas específicas que son evaluadas como demandantes o excesivas con relación a los recursos de la persona.” (Lazarus y Folkman, 1984, pp. 141-142, traducción libre).

Lazarus y Folkman insisten, además, en  que el afrontamiento del estrés debe considerarse como un esfuerzo orientado por procesos más que orientados por el rasgo, puesto que las “palabras” (herramientas principales del afrontamiento) van cambiando ante las demandas y los conflictos específicos, tampoco se trata de comportamiento adaptativo, puesto que el estrés generalmente limita el repertorio adaptativo que requiere movilizar esfuerzos adicionales que no se aplican a las situaciones poco demandantes, asimismo, el afrontamiento es diferente confrontar puesto que las estrategias de afrontamiento pretenden más bien administrar lo que la persona piense, sienta o haga, independiente a lo bien o mal que lo realice y, finalmente, el manejo a través de las palabras no implican necesariamente dominar la situación estresante, puesto que la gestión puede orientarse a evitar, tolerar y aceptar las condiciones de estrés y los intentos por dominar el entorno.

Lazarus y Folkman (1984, pp. 159-164) indican que resultaría imposible realizar un listado exhaustivo de los recursos disponibles para el afrontamiento efectivo de situaciones estresantes, sin embargo, ofrecen un listado de conjuntos beneficiosos o favorables para el afrontamiento efectivo:

  • Salud y energía
  • Creencias positivas
  • Habilidades para la resolución de problemas
  • Habilidades sociales
  • Apoyo social
  • Recursos materiales

Asimismo, indican estos autores (Lazarus y Folkman, 1984, pp. 165-170) que la simple disponibilidad de recursos no es suficiente, el afrontamiento efectivo puede estar limitado por situaciones que impiden la utilización de los mismos:

  • Restricciones personales
  • Limitaciones ambientales
  • Nivel de amenaza

En tres estudios exploratorios que realicé mediante cuestionarios distribuidos por redes sociales en internet (los resultados no han sido publicados) consistentemente se observa que existen estrategias que pueden considerarse efectivas puesto que consiguen disminuir los niveles de percepción del estrés, estas son: enfocarse en el problema, buscar solución, ser optimista, buscar apoyo social y las estrategias inefectivas, que se aplican pero solo consiguen aumentar o mantener el nivel de estrés son: resignarse, negar, evitar, culpar a otros y culparse a sí mismo (autoculpa).